lunes, octubre 04, 2004

Una semana en Londres

Capitulo 1: El viaje

Lo primero han sido los aviones. Todo muy bien, solo notar que en British Airways tienen asientos de cuero y te dan un sandwich, un zumo y un kitkat mientras que en Iberia la unica ventaja es que se entiende el nombre del sobrecargo cuando lo dicen por los altavoces. Te das cuenta de que has entrado en Inglaterra cuando ves que tienen moqueta hasta en el aeropuerto.

Lo del metro fue un poco mas complicado. Primero porque cuando llenas la maleta (26.4 Kg) no esperas tener que cargarla por escaleras mientras la gente empuja. Despues porque el metro de Londres es un poco más raro que el de Madrid y la casa estaba en la otra punta del plano. Por no decir nada de mi facilidad para perderme. Al final en vez de las 36 paradas que tenía que hacer hice 44, tampoco está muy mal. Solo me llevó dos horas y media.

Resulta que la casa en la que vivo está en una especie de pueblo en las afueras, muy residencial, majete, seguro y absolutamente inglés. Lo que es difícil es encontrar un taxi, paré uno de un tío que tenía una pinta horrible porque venía de hacer "gardening" (estos ingleses tienen una palabra para decir "hacer cosas en el jardín", dice mucho de ellos). Era bastante simpático, me llevó sin darme excesiva conversación y encima no me cobró!

Capítulo 2: La casa

La señora de la casa es una amable, simpática viuda. Vive con su enorme hijo de 30 años que parece un hooligan y no se entiende una palabra de lo que dice. Tienen un perro raza Jack Russell (parece ser que el origen de esta raza es cazar ratas, ya les he dicho que no acerquen el chucho al McDonalds), que es estupendo y le he caído muy bien.

La señora nos hace la cena, que suele estar bastante bien y nos da cosas para el desayuno, como cereales o tostadas (lo del desayuno ingles parece estar en desuso). Cuando llegué tenía en mi afeminada habitación (eh, pero tiene tele) una lista con los 10 mandamientos de la casa, en general bastante insulsa, pero tiene una línea buena, traduzco del inglés:

- Si alguna vez no os puedo preparar la cena, la dejaré lista para su recalentamiento en el microondas (abrir puerta, comprobar comida, cerrar puerta, colocar dial en 3 minutos, pulsar boton verde, abrir puerta, comer)

En la casa viven dos estudiantes más: un ruso de unos 40 años que casi no habla ingles y aun encima es un poco timido, asi que hay que echarle una mano de vez en cuando. No se si me cae bien o no porque la verdad es que casi no habla, pero parece buena persona. Se va a quedar dos años aqui para aprender ingles, debe ser un ruso forrado de esos. Después está Joanna , que es polaca y es muy maja, tiene sobre 30, habla inglés más o menos como yo y además vamos juntos
a clase y por ahí a hacer turismo.

La casa no está mal, pero ya estoy mirando un poco a ver si puedo irme a un piso compartido o algo así. Lo precios son altos, pero tampoco mucho, así que es factible. El problema es que no se mucho de la ciudad y sus zonas así que necesitaré un poco de ayuda.

Capítulo 3: Las clases

La academia está en una zona de Londres céntrica, pijilla y llena de academias de inglés. El edificio es grande y absurdamente complicado, me pierdo todos los días, sin excepción, y siempre encuentro más gente perdida mientras tanto. Por ejemplo, para una de mis clases (sala 6) tengo que subir una escalera, entrar en la sala 5, buscar una puerta semioculta en la pared y después atravesar dos puertas más. Hay puertas que no llevan a habitaciones, sino a otras escaleras, los servicios están puestos de una manera maligna, como para que cuando necesites uno urgentemente sufras, etc, etc. La escuela es tirando a chicos bien, y hay gente de casi todas las nacionalidades. En mi clase somos tres japoneses, una suiza, dos franceses, una polaca, una
ucraniana, dos chinos y yo. A los chinos no hay quien les entienda.

Esta semana hemos tenido un profe muy simpático que se llama Ed. La semana que viene se tiene que ir y como pronto se va a vivir a Madrid (que casualidad, eh?) no estará más. No obstante, tenemos aficiones muy parecidas así que me ha dado su correo y estos días quedaremos y me enseñará interesantes emplazamientos londinenses, como clubs de jazz y cosas así.

Capítulo 3: Londres y los precios

Pues si, Londres es extremadamente caro. El abono mensual del metro me ha costado casi 30.000 pelas. Algunos museos son gratis, pero en otros te clavan 5.000 pelas y se quedan tan panchos. Y luego está la regla de las milpelas (así, todo junto). Todo cuesta milpelas (4 libras). Hay poquísimas cosas que bajen de eso. Por ejemplo, 4 latas de cerveza cuestan milpelas en un supermercado. 4 pilas para la cámara de fotos, milpelas. Una caja de tiritas, adivínalo. En fin, de primera impresión, muy caro. De todas maneras me da que con un poco de esfuerzo se puede hacer vida barata, hay mucha diferencia de precios de unos sitios a otros. Una sandwich en Pret-a-manger cuesta 2.80, el mismo en tesco, aunque sabe un poco peor, cuesta 1.55. Por otra parte, cosas como los discos, libros, dvds o incluso la ropa son como en España más o menos. Y hay muchisimas tiendas de segunda mano con precios muy asequibles. Cenar fuera es más o menos igual, muchos sitios son de 20 libras (5000 pelas) para arriba, pero buscas un poco y comes por 10 libras en un sitio casi igual.

Capítulo 3: Londres

Estos días he dedicado casi todo el tiempo a visitar sitios de visita obligada, como el palacio de Buckinham, la Tower of London, el Big Ben o la abadía de Westminster. Están muy bien, pero no me extiendo en esto.

Aún no conozco mucho la ciudad, pero he dado una vuelta por el Soho y me ha gustado mucho. Es como una mezcla de pubs, restaurantes exóticos, sexshops, teatros, cines, mercadillos, tiendas de discos y bares fashion. Supongo que forma parte de mi tendencia natural a sentirme atraído por los ambientes extraños y/o sórdidos.

Respecto a "oferta cultural".... la leche! Le echas un vistazo a TimeOut (la típica revista de ocio) y prácticamente hay un concierto interesante al día. Y no pequeños, en plan Morrisey, PJ Harvey, Hives, Divine Comedy, etc. Si quisiera ir a todos los conciertos que me apetecen no tendría tiempo ni por supuesto dinero (precio standard 24 libras = 6 mil pelas). Cines hay muchos y de todo, desde comercial hasta estilo cine studio, con retrospectivas, etc. Teatro hay una barbaridad (por ejemplo, creo que ahora hay 3 representaciones diferentes de Chicago, una imprescindible con David Hasselhoff). Vamos, que por eso que no falte.

Capítulo 4: El inglés

Pues a ver. No tengo ningún problema hasta ahora para comunicarme. Con más o menos repeticiones (normalemente pocas o ninguna) puedo hablar con cualquiera, y siempre se hace entender uno. Lo que pasa es que se habla a dos por hora, y intentar tener una conversación interesante (no digo que tuviera muchas en español, es un ejemplo) es engorroso porque al pensar a la vez que hablar pierdes vocabulario y acabas hablando como los indios. El problema es que para pasar de este nivel "medio" de inglés, que llega para muchas cosas pero no para
trabajar o tener amigos homo sapiens que no hablen español, a uno en el que, aunque sea con horrible acento, puedas tener comunicacion fluida con las personas, es bastante dificil. No tanto dificultad como tiempo, y no se cuanto. Habrá que ir viendo.

Epílogo:

Hoy ha llegado Muriel (una amiga). Está como una regadera. Los mensajes al móvil me los manda en inglés, para practicar. Hemos quedado un rato, habla mejor inglés de lo que pensaba.

En general, esto es divertido. Todo es como un poco absurdo, pero cada día me gusta un poco más. Y aún faltan por ver un montón de cosas!!!!!!

Me despido. Proximamente.... mas

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