martes, octubre 05, 2004

El imperio contraataca

He cumplido ya el mes aquí. Ya soy, como quien dice, parte del paisaje londinense. Algún despistado que me ve confiado incluso intenta, cuando estoy parado en algun sitio, preguntarme por donde se va a nosedonde (ilusos). Bueno, hubo una chica que me pregunto como ir a la estacion de autobuses y tan pronto pronuncié la primera palabra en ingles dio media vuelta y se fue. No se, quizá debería de dejar de comprar el desodorante de oferta.

Voy a seguir la habitual estructura en capítulos


La siempre dificil vida en familia

Hasta ahora, y al menos por dos semanas más, sigo con la familia. En mi anterior correo cometí un error, dije que la señora era viuda, y no lo es, en realidad está divorciada, cosa que no me extraña nada ahora que los conozco un poco mejor. En un primer momento parecen simpáticos y amables, pero el trato diario es como la prueba del algodón: no engaña. Todo se podría resumir en que no dejo de sentir que todo esto es una manera que tienen ellos de sacar dinero y que en realidad los estudiantes les molestan cual juanete y toda su amabilidad es pura fachada. Es más, si pueden aprovecharse un poco lo hacen. Por ejemplo, es muy divertido cuando Ann me habla de los otros estudiantes que ha tenido. De casi todos habla bien (por otra parte, su manera de hablar es superficial e irritante, de este estilo de personas que para contarte su viaje a África dice cosas como “oh, todas esas plantas y animales”, lo adorna todo con adjetivos como maravilloso, indescriptible, irrepetible y al final no sabes si ha ido o se ha leído el folleto de la agencia de viajes), pero de los que mejor habla siempre dice cosas como “era maravilloso, fregaba y recogia el lavaplatos” o “siempre bajaba al perro, era maravilloso” o “me compraba flores o vino... maravilloso”. Que cachonda la señora. Menos mal que soy un borde porque si quisiera ser estudiante del mes seguro que me tocaba encerar el suelo o plancharle las camisas. A Joanna, mi compañera (que por cierto se ha ido ayer, adios Jo!) la sacaban de quicio. Yo soy mas pasota. Pero lo mejor ha sido lo del ruso. Te acuerdas del ruso que estaba viviendo conmigo en casa, no? bueno, ya dije que era un poco raro, pues bien, resulta que ademas de raro era un poco pesado y tiquismiquis, y como le molestaba sobremanera el ruido nocturno que la gente hacia en casa, en vez de hablarlo se dedicó a poner notitas pegadas por ahi del estilo “no ruido despues de 22:00”. A la gente de la casa le parecio bastante mal, cosa que comprendo, es su casa al fin y al cabo. Bueno, pues por estas cosas y alguna mas, pero no se exactamente cuando, un importante cambio obró en lo que pensaba la familia del ruso, pasando este de ser una fuente de ingresos, una libra, un rublo con patas, a ser un elemento nocivo, un parasito a eliminar. Todo fue más o menos sutil, al principio Ann me decia que le daba miedo, y me decia que ella era un mujer sola en casa la mayor parte del tiempo, y que eso le daba que pensar (siempre me ha parecido muy graciosa esta mezcla entre temor y esperanza que tienen las mujeres ancianas de que las violen). Yo ponía cara de interrogante y le decía que no se preocupara, que solamente era un tipo raro. Pero en realidad todo era una preparacion para lo que se avecinaba. Un dia el ruso cometió el último y fatal error: decir que no le apetecía cenar, contraviniendo con ello la primera y más sagrada regla de la casa (bah, era una ensalada, la verdad es que no era para tanto). En ese momento la ya engrasada terrible maquinaria policial, es decir, el hijo hooligan de Ann dijo que era la gota que colmaba el vaso y que el ruso se iba a la puta calle a la de tres, así que bajaron los dos a su habitación y empezaron a llamarle de todo y a decirle que hiciera las maletas que esa noche no dormía allí. El ruso con su desastroso inglés decía que no, que se quedaba. Pasó algo que no entendí pero que hizo ruido y tenía mala pinta, así que bajé e intenté hacer que el hooligan dejara de zarandear al ruso, con escaso éxito. Todo se convirtió en un cúmulo de despropósitos, que, por abreviar, terminó con el ruso en la puta calle, sus cosas en bolsas de basura, y un taxi que le llevaba a un hotel en el que dudo que fuera capaz de entenderse con el recepcionista. Y todos tan contentos. Por último, y a modo de anécdota, voy a recapitular lo que se de la vida del ruso, todo fragmentos confusos:

Fue un eminente juez
Después un (también eminente) abogado, con más de 25 personas a su cargo
Algo de un juicio sobre petróleo, con mucho dinero por medio
Dice que no puede volver a rusia, porque le atraparían (literal)
Está forrado

A partir de mañana voy a empezar duramente con la búsqueda de piso.


Gastronomía británica

Me gustaría poder hablar largo y tendido sobre la comida inglesa, para bien o para mal, pero lo cierto es que no puedo. No puedo porque no se puede, porque NO existe. No hay nada que se pueda llamar comida inglesa: si vas al más típico de los pubs ingleses y pides que te pongan el más típico de los platos ingleses, te servirán algo así como pescado rebozado con patatas (fish and chips) o un trozo de pollo con queso fundido por encima (chicken algo). Y eso es todo. Pero vamos a ver, ¿que coño han hecho los ingleses en todos estos siglos que lo más sofisticado que pueden preparar para comer es una croqueta? Los reyes ya podrían haber dejado en paz el palacio de Buckinham y dedicar algo de tiempo a la cocina nacional. Y a la reina Victoria, en sus 90 años de reinado, ¿nunca se le ocurrió que la comida era una mierda?.

El resultado de todo esto es que los ingleses han tenido que echar mano de la cocina internacional para solucionar sus carencias, y todo está plagado de restaurantes exóticos, sobre todo cocina hindú. Incluso los sandwichs de los supermercados son de “chicken tikka masala”, “tandoori”, “curry noseque” y cosas así. Esto está bien, porque pruebas muchas cosas diferentes, pero la verdad es que la mayoría son una guarrada y saben muy mal.

En general se come fatal. Creo que el problema es que aquí nadie cocina, no tienen tiempo supongo, y todo es comida precocinada, cosas para llevar en chinos, bocadillos, etc. También influye que aquí la comida principal es la cena, y al mediodía la gente come cualquier cosa para quitarse el hambre. Yo de momento ceno en casa, y la comida, sin ser ninguna maravilla (sobre todo de elaboración), está por encima de la media. Carola, una compañera de la escuela, ha tenido mucha suerte, le ha tocado en una familia que la madre es española y come como en casa!!!!


Vida social

He empezado ya, como buen estudiante, con una activa vida social. En la escuela se conoce a mucha gente y de muchos países diferentes. Lo malo es que muchos están por poco tiempo y se van enseguida. Ahora, después del verano, los que van quedando suelen estar más a largo plazo. Todas las semanas la escuela organiza una quedada en el pub de al lado, que es barato y se está convirtiendo en mi segunda casa. He hecho amigos de todas partes, ucranianos, japoneses, polacos, franceses, chinos, suizos, turcos,... Procuro hablar inglés siempre, aunque está claro que los (afortunadamente pocos) españoles que somos, nos conocemos y nos llevamos bien.

Hasta ahora ha habido dos días interesantes de contar. En el primero estuve al principio en una de estas reuniones de estudiantes, bebiendo unas cervezas. Ah. Debo hablar un poco sobre la cerveza. Beber cerveza aquí es como respirar. Da igual a que hora vayas al pub, siempre hay gente bebiendo cerveza. Y no se bebe otra cosa, así como en España en todos los pubs y clubs hay muchas botellas de whisky, vodka, etc., aquí solo tienen unas pocas por si alguien se bebe un chupito, todo el mundo bebe cerveza a todas horas, y no poca. La ventaja de la cerveza es que cuanto más bebes mejor sabe y la desventaja es que siempre me estoy meando en el metro.Vale. Estábamos en la fiesta. Allí estuve aproximadamente 5 cervezas (he empezado a medir el tiempo también en unidades de bebida), y después había quedado para ir con Ed, mi ex profe, a un concierto de Georgie Fame, un cantante de jazz y rythm’n’blues, en un club. Llegamos, entramos y nos sentamos, el sitio era magnífico. Ed pidió una botella de vino y empezó el concierto. Estaba muy bien, era parecido a Frank Sinatra, tocó con una banda de unos 20 músicos y contaba muchos chistes y anécdotas entre canción y canción (yo entendía la mitad, pero me reía en todos). Conseguí entender y hasta tener conversaciones interesantes con algunos de los amigos ingleses de Ed. El problema es que yo no me daba cuenta de que mi copa no se vaciaba porque Ed la rellenaba cada dos por tres, y me la volvía obstinadamente a beber. Debí darme cuenta de que algo iba mal cuando no lograba distinguir el contrabajo del adorno floral de encima de la mesa, y la verdad es que no recuerdo mucho de lo que pasó a continuación. Se que era tarde, me fui con algunos de los amigos de Ed, recuerdo un bus, cantar en medio de la calle algo de los Monty Python, y lo siguiente es despertarme en el pasillo de una casa que no me sonaba de nada con una resaca como un piano. Era la hora de irse a la escuela, así que eso hice.

El segundo día interesante fue hace poco y consistió en que algunos estudiantes de la escuela fuimos a la residencia en la que se alojan los que escogieron esta opción, los españoles cocinamos un par de suculentas tortillas de patatas (ya sabía yo que era una buena idea aprender a hacerla), nos reímos y vimos una película (en inglés con subtítulos) todos juntitos. Muy buen rollo general, nos lo pasamos muy bien. De esto pronto habrá fotos.


El inglés (otra vez)

Después de un mes de inmersión linguística, he notado que he mejorado algo, sobre todo a la hora de hablar. Es un poco raro porque depende del momento y de la persona con la que esté hablando, pero normalmente ya soy capaz de hablar sin quedarme parado. Supongo que eso es en lo que más rápido se mejora. Lo más lento será entender a la gente con acentos extraños o que usen muchas palabras “coloquiales”. Lo que no tengo muy claro es si realmente la escuela es la mejor opción para aprender inglés. Al fin y al cabo la gente más difícil (y la más importante) a entender son los propios ingleses, y en las escuelas solo es inglés el profesor (y no cuenta porque siempre hablan muy claro). Así que estoy pensando en adelantar un poco mi plan y empezar a buscar trabajo activamente en breve. Ayer quedé con Mario y Alberto (dos chicos españoles, informáticos, que llevan aquí 6 meses y 4 años respectivamente), y la verdad es que me han animado, dicen que no es tan difícil encontrar trabajo mientras no seas muy ambicioso (la verdad es que no lo soy), y creen que mi inglés es bastante bueno. Así que no se, a lo mejor dentro de poco empieza otra vez la colonización gallega en el terreno de la tecnología (ahora en territorio británico).

Por cierto, una anécdota graciosa con respecto a la escuela y al trabajo. Resulta que en la escuela tienen una especie de departamento dedicado a ayudar a los alumnos a buscar trabajo en relación con sus estudios y preparación. Te ayudan con el CV, te preparan para la entrevista, te buscan empresa y todo. Cojonudo, pensé, y fui a preguntar. Mi sorpresa fue mayúscula cuando el encargado del departamento me dijo que el trabajo que te buscan es NO PAGADO y que aún encima, como te ayudan tanto, LES TIENES QUE PAGAR TU (400 libras). Me empecé a partir de risa delante del tío, que sin inmutarse me dijo algo así como “bienvenido al mundo real” (parece una frase de matrix). Aquí el que no corre vuela.

FIN (por ahora)

Lo siguiente.... FOTOS!

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