lunes, octubre 25, 2004

Idiomas y tacos

Ayer en el pub, delante de unas cervezas como no, mis compañeros de clase profesor incluído tuvimos la típica conversación sobre tacos, empezamos con los ingleses, interrogando al profe de que es exactamente lo que podemos “fuck” y lo que no. Al final parece que los ingleses se lo pasan todo por la piedra, porque puedes meter un fucking donde sea, siempre con riesgo porque aquí los tacos aún no han perdido totalmente su encantador status de cosa que suena muy mal. Creo que me gustan los tacos ingleses, tienen una poderosa sonoridad, intentad decir FUCK, antes de pronunciarlo tienes que llenar la boca de aire y después explotas, en la f, descargando todo tu odio y mala leche, terminando la palabra con una K, seca, cortante. Es una gran palabra, a lo mejor por eso se usa tanto. De todas maneras es curioso, porque para nosotros en inglés los tacos son como otra palabra más, quiero decir que por ejemplo cuando en clase nuestro profesor dice cunt (la peor palabra que se puede decir en inglés), a el le debe resultar incluso violento, pero la gente asiente y apunta la palabra con una nota al lado que dice: muy muy mala palabra. Para nosotros palabras como joder, puta, coño, leticia sabater, hostia, etc tienen su propio encanto, su propia fuerza y espíritu transgresor, pero en inglés aún no hemos hecho esas palabras nuestras. Supongo que pasa con todo el idioma en realidad, pero con los tacos se nota más.

Bueno, da igual, el caso es que después de haber recorrido todo el lado oscuro del inglés, atacamos otros idiomas. Éramos estudiantes de bastantes nacionalidades (holanda, japon, españa, korea, brasil, turquia y francia). Bien, para empezar, TODO el mundo sabía la tira de insultos y tacos en italiano, y ninguno era italiano. Da que pensar. Respecto a España, nadie pronuncia bien joder y a tomar por culo es muy largo. En holandés es asimismo muy difícil pronunciar bien. Bueno, pues resulta que el profesor sabía decir pene en japonés, se dice chin chin (y nosotros brindando con eso durante años...), lo que les hizo mucha gracia a las japonesas. Yo en ese momento recordé una frase que Ernesto me había enseñado, que no sabía lo que significaba, pero si sabía que era bastante salvaje, y empieza por chin chin. Se me ocurrió decirla y de repente todas las japonesas se pusieron rojísimas y sudorosas y casi se caen de las sillas. Cuando se recuperaron se pusieron a gritar que no dijéramos eso jamás de los jamases, que ellas no se atrevían ni a pronunciarlo (por supuesto en ese momento todo el mundo se aprendió la frase de marras y empezaron a gritarla de arriba abajo). Parece ser que en este sentido Japón es como Inglaterra, pero a lo bestia. Hay ciertas cosas que son verdaderamente tabú y no se pueden decir salvo que quieras ser considerado un auténtico grosero (y allí eso parece tener importancia). Y yo me pregunto, ¿cuando dejó de pasar eso en España? ¿Alguien sabe algo que no se pueda bajo ningún concepto decir en español? ¿Qué es lo peor que podemos decir? Está claro que si estás en una reunión de negocios de alto nivel o tu novia que vive en la Moraleja te está presentando a sus padres no te vas a poner a adornar con coños o cojones tus discursos, pero a nivel digamos familiar creo que no hay nada que sea realmente duro. Simplemente si usas muchos tacos habrá gente a la que le parece que hablas mal, pero si lo peor que puedo llamar a alguien es hijo de puta, es incluso posible llamar a alguien hijoputa en sentido cariñoso, cosa que es inconcebible en Japón e incluso en Inglaterra. Curioso...

Me encanta Japón, cada día más.

martes, octubre 05, 2004

El imperio contraataca

He cumplido ya el mes aquí. Ya soy, como quien dice, parte del paisaje londinense. Algún despistado que me ve confiado incluso intenta, cuando estoy parado en algun sitio, preguntarme por donde se va a nosedonde (ilusos). Bueno, hubo una chica que me pregunto como ir a la estacion de autobuses y tan pronto pronuncié la primera palabra en ingles dio media vuelta y se fue. No se, quizá debería de dejar de comprar el desodorante de oferta.

Voy a seguir la habitual estructura en capítulos


La siempre dificil vida en familia

Hasta ahora, y al menos por dos semanas más, sigo con la familia. En mi anterior correo cometí un error, dije que la señora era viuda, y no lo es, en realidad está divorciada, cosa que no me extraña nada ahora que los conozco un poco mejor. En un primer momento parecen simpáticos y amables, pero el trato diario es como la prueba del algodón: no engaña. Todo se podría resumir en que no dejo de sentir que todo esto es una manera que tienen ellos de sacar dinero y que en realidad los estudiantes les molestan cual juanete y toda su amabilidad es pura fachada. Es más, si pueden aprovecharse un poco lo hacen. Por ejemplo, es muy divertido cuando Ann me habla de los otros estudiantes que ha tenido. De casi todos habla bien (por otra parte, su manera de hablar es superficial e irritante, de este estilo de personas que para contarte su viaje a África dice cosas como “oh, todas esas plantas y animales”, lo adorna todo con adjetivos como maravilloso, indescriptible, irrepetible y al final no sabes si ha ido o se ha leído el folleto de la agencia de viajes), pero de los que mejor habla siempre dice cosas como “era maravilloso, fregaba y recogia el lavaplatos” o “siempre bajaba al perro, era maravilloso” o “me compraba flores o vino... maravilloso”. Que cachonda la señora. Menos mal que soy un borde porque si quisiera ser estudiante del mes seguro que me tocaba encerar el suelo o plancharle las camisas. A Joanna, mi compañera (que por cierto se ha ido ayer, adios Jo!) la sacaban de quicio. Yo soy mas pasota. Pero lo mejor ha sido lo del ruso. Te acuerdas del ruso que estaba viviendo conmigo en casa, no? bueno, ya dije que era un poco raro, pues bien, resulta que ademas de raro era un poco pesado y tiquismiquis, y como le molestaba sobremanera el ruido nocturno que la gente hacia en casa, en vez de hablarlo se dedicó a poner notitas pegadas por ahi del estilo “no ruido despues de 22:00”. A la gente de la casa le parecio bastante mal, cosa que comprendo, es su casa al fin y al cabo. Bueno, pues por estas cosas y alguna mas, pero no se exactamente cuando, un importante cambio obró en lo que pensaba la familia del ruso, pasando este de ser una fuente de ingresos, una libra, un rublo con patas, a ser un elemento nocivo, un parasito a eliminar. Todo fue más o menos sutil, al principio Ann me decia que le daba miedo, y me decia que ella era un mujer sola en casa la mayor parte del tiempo, y que eso le daba que pensar (siempre me ha parecido muy graciosa esta mezcla entre temor y esperanza que tienen las mujeres ancianas de que las violen). Yo ponía cara de interrogante y le decía que no se preocupara, que solamente era un tipo raro. Pero en realidad todo era una preparacion para lo que se avecinaba. Un dia el ruso cometió el último y fatal error: decir que no le apetecía cenar, contraviniendo con ello la primera y más sagrada regla de la casa (bah, era una ensalada, la verdad es que no era para tanto). En ese momento la ya engrasada terrible maquinaria policial, es decir, el hijo hooligan de Ann dijo que era la gota que colmaba el vaso y que el ruso se iba a la puta calle a la de tres, así que bajaron los dos a su habitación y empezaron a llamarle de todo y a decirle que hiciera las maletas que esa noche no dormía allí. El ruso con su desastroso inglés decía que no, que se quedaba. Pasó algo que no entendí pero que hizo ruido y tenía mala pinta, así que bajé e intenté hacer que el hooligan dejara de zarandear al ruso, con escaso éxito. Todo se convirtió en un cúmulo de despropósitos, que, por abreviar, terminó con el ruso en la puta calle, sus cosas en bolsas de basura, y un taxi que le llevaba a un hotel en el que dudo que fuera capaz de entenderse con el recepcionista. Y todos tan contentos. Por último, y a modo de anécdota, voy a recapitular lo que se de la vida del ruso, todo fragmentos confusos:

Fue un eminente juez
Después un (también eminente) abogado, con más de 25 personas a su cargo
Algo de un juicio sobre petróleo, con mucho dinero por medio
Dice que no puede volver a rusia, porque le atraparían (literal)
Está forrado

A partir de mañana voy a empezar duramente con la búsqueda de piso.


Gastronomía británica

Me gustaría poder hablar largo y tendido sobre la comida inglesa, para bien o para mal, pero lo cierto es que no puedo. No puedo porque no se puede, porque NO existe. No hay nada que se pueda llamar comida inglesa: si vas al más típico de los pubs ingleses y pides que te pongan el más típico de los platos ingleses, te servirán algo así como pescado rebozado con patatas (fish and chips) o un trozo de pollo con queso fundido por encima (chicken algo). Y eso es todo. Pero vamos a ver, ¿que coño han hecho los ingleses en todos estos siglos que lo más sofisticado que pueden preparar para comer es una croqueta? Los reyes ya podrían haber dejado en paz el palacio de Buckinham y dedicar algo de tiempo a la cocina nacional. Y a la reina Victoria, en sus 90 años de reinado, ¿nunca se le ocurrió que la comida era una mierda?.

El resultado de todo esto es que los ingleses han tenido que echar mano de la cocina internacional para solucionar sus carencias, y todo está plagado de restaurantes exóticos, sobre todo cocina hindú. Incluso los sandwichs de los supermercados son de “chicken tikka masala”, “tandoori”, “curry noseque” y cosas así. Esto está bien, porque pruebas muchas cosas diferentes, pero la verdad es que la mayoría son una guarrada y saben muy mal.

En general se come fatal. Creo que el problema es que aquí nadie cocina, no tienen tiempo supongo, y todo es comida precocinada, cosas para llevar en chinos, bocadillos, etc. También influye que aquí la comida principal es la cena, y al mediodía la gente come cualquier cosa para quitarse el hambre. Yo de momento ceno en casa, y la comida, sin ser ninguna maravilla (sobre todo de elaboración), está por encima de la media. Carola, una compañera de la escuela, ha tenido mucha suerte, le ha tocado en una familia que la madre es española y come como en casa!!!!


Vida social

He empezado ya, como buen estudiante, con una activa vida social. En la escuela se conoce a mucha gente y de muchos países diferentes. Lo malo es que muchos están por poco tiempo y se van enseguida. Ahora, después del verano, los que van quedando suelen estar más a largo plazo. Todas las semanas la escuela organiza una quedada en el pub de al lado, que es barato y se está convirtiendo en mi segunda casa. He hecho amigos de todas partes, ucranianos, japoneses, polacos, franceses, chinos, suizos, turcos,... Procuro hablar inglés siempre, aunque está claro que los (afortunadamente pocos) españoles que somos, nos conocemos y nos llevamos bien.

Hasta ahora ha habido dos días interesantes de contar. En el primero estuve al principio en una de estas reuniones de estudiantes, bebiendo unas cervezas. Ah. Debo hablar un poco sobre la cerveza. Beber cerveza aquí es como respirar. Da igual a que hora vayas al pub, siempre hay gente bebiendo cerveza. Y no se bebe otra cosa, así como en España en todos los pubs y clubs hay muchas botellas de whisky, vodka, etc., aquí solo tienen unas pocas por si alguien se bebe un chupito, todo el mundo bebe cerveza a todas horas, y no poca. La ventaja de la cerveza es que cuanto más bebes mejor sabe y la desventaja es que siempre me estoy meando en el metro.Vale. Estábamos en la fiesta. Allí estuve aproximadamente 5 cervezas (he empezado a medir el tiempo también en unidades de bebida), y después había quedado para ir con Ed, mi ex profe, a un concierto de Georgie Fame, un cantante de jazz y rythm’n’blues, en un club. Llegamos, entramos y nos sentamos, el sitio era magnífico. Ed pidió una botella de vino y empezó el concierto. Estaba muy bien, era parecido a Frank Sinatra, tocó con una banda de unos 20 músicos y contaba muchos chistes y anécdotas entre canción y canción (yo entendía la mitad, pero me reía en todos). Conseguí entender y hasta tener conversaciones interesantes con algunos de los amigos ingleses de Ed. El problema es que yo no me daba cuenta de que mi copa no se vaciaba porque Ed la rellenaba cada dos por tres, y me la volvía obstinadamente a beber. Debí darme cuenta de que algo iba mal cuando no lograba distinguir el contrabajo del adorno floral de encima de la mesa, y la verdad es que no recuerdo mucho de lo que pasó a continuación. Se que era tarde, me fui con algunos de los amigos de Ed, recuerdo un bus, cantar en medio de la calle algo de los Monty Python, y lo siguiente es despertarme en el pasillo de una casa que no me sonaba de nada con una resaca como un piano. Era la hora de irse a la escuela, así que eso hice.

El segundo día interesante fue hace poco y consistió en que algunos estudiantes de la escuela fuimos a la residencia en la que se alojan los que escogieron esta opción, los españoles cocinamos un par de suculentas tortillas de patatas (ya sabía yo que era una buena idea aprender a hacerla), nos reímos y vimos una película (en inglés con subtítulos) todos juntitos. Muy buen rollo general, nos lo pasamos muy bien. De esto pronto habrá fotos.


El inglés (otra vez)

Después de un mes de inmersión linguística, he notado que he mejorado algo, sobre todo a la hora de hablar. Es un poco raro porque depende del momento y de la persona con la que esté hablando, pero normalmente ya soy capaz de hablar sin quedarme parado. Supongo que eso es en lo que más rápido se mejora. Lo más lento será entender a la gente con acentos extraños o que usen muchas palabras “coloquiales”. Lo que no tengo muy claro es si realmente la escuela es la mejor opción para aprender inglés. Al fin y al cabo la gente más difícil (y la más importante) a entender son los propios ingleses, y en las escuelas solo es inglés el profesor (y no cuenta porque siempre hablan muy claro). Así que estoy pensando en adelantar un poco mi plan y empezar a buscar trabajo activamente en breve. Ayer quedé con Mario y Alberto (dos chicos españoles, informáticos, que llevan aquí 6 meses y 4 años respectivamente), y la verdad es que me han animado, dicen que no es tan difícil encontrar trabajo mientras no seas muy ambicioso (la verdad es que no lo soy), y creen que mi inglés es bastante bueno. Así que no se, a lo mejor dentro de poco empieza otra vez la colonización gallega en el terreno de la tecnología (ahora en territorio británico).

Por cierto, una anécdota graciosa con respecto a la escuela y al trabajo. Resulta que en la escuela tienen una especie de departamento dedicado a ayudar a los alumnos a buscar trabajo en relación con sus estudios y preparación. Te ayudan con el CV, te preparan para la entrevista, te buscan empresa y todo. Cojonudo, pensé, y fui a preguntar. Mi sorpresa fue mayúscula cuando el encargado del departamento me dijo que el trabajo que te buscan es NO PAGADO y que aún encima, como te ayudan tanto, LES TIENES QUE PAGAR TU (400 libras). Me empecé a partir de risa delante del tío, que sin inmutarse me dijo algo así como “bienvenido al mundo real” (parece una frase de matrix). Aquí el que no corre vuela.

FIN (por ahora)

Lo siguiente.... FOTOS!

lunes, octubre 04, 2004

Una semana en Londres

Capitulo 1: El viaje

Lo primero han sido los aviones. Todo muy bien, solo notar que en British Airways tienen asientos de cuero y te dan un sandwich, un zumo y un kitkat mientras que en Iberia la unica ventaja es que se entiende el nombre del sobrecargo cuando lo dicen por los altavoces. Te das cuenta de que has entrado en Inglaterra cuando ves que tienen moqueta hasta en el aeropuerto.

Lo del metro fue un poco mas complicado. Primero porque cuando llenas la maleta (26.4 Kg) no esperas tener que cargarla por escaleras mientras la gente empuja. Despues porque el metro de Londres es un poco más raro que el de Madrid y la casa estaba en la otra punta del plano. Por no decir nada de mi facilidad para perderme. Al final en vez de las 36 paradas que tenía que hacer hice 44, tampoco está muy mal. Solo me llevó dos horas y media.

Resulta que la casa en la que vivo está en una especie de pueblo en las afueras, muy residencial, majete, seguro y absolutamente inglés. Lo que es difícil es encontrar un taxi, paré uno de un tío que tenía una pinta horrible porque venía de hacer "gardening" (estos ingleses tienen una palabra para decir "hacer cosas en el jardín", dice mucho de ellos). Era bastante simpático, me llevó sin darme excesiva conversación y encima no me cobró!

Capítulo 2: La casa

La señora de la casa es una amable, simpática viuda. Vive con su enorme hijo de 30 años que parece un hooligan y no se entiende una palabra de lo que dice. Tienen un perro raza Jack Russell (parece ser que el origen de esta raza es cazar ratas, ya les he dicho que no acerquen el chucho al McDonalds), que es estupendo y le he caído muy bien.

La señora nos hace la cena, que suele estar bastante bien y nos da cosas para el desayuno, como cereales o tostadas (lo del desayuno ingles parece estar en desuso). Cuando llegué tenía en mi afeminada habitación (eh, pero tiene tele) una lista con los 10 mandamientos de la casa, en general bastante insulsa, pero tiene una línea buena, traduzco del inglés:

- Si alguna vez no os puedo preparar la cena, la dejaré lista para su recalentamiento en el microondas (abrir puerta, comprobar comida, cerrar puerta, colocar dial en 3 minutos, pulsar boton verde, abrir puerta, comer)

En la casa viven dos estudiantes más: un ruso de unos 40 años que casi no habla ingles y aun encima es un poco timido, asi que hay que echarle una mano de vez en cuando. No se si me cae bien o no porque la verdad es que casi no habla, pero parece buena persona. Se va a quedar dos años aqui para aprender ingles, debe ser un ruso forrado de esos. Después está Joanna , que es polaca y es muy maja, tiene sobre 30, habla inglés más o menos como yo y además vamos juntos
a clase y por ahí a hacer turismo.

La casa no está mal, pero ya estoy mirando un poco a ver si puedo irme a un piso compartido o algo así. Lo precios son altos, pero tampoco mucho, así que es factible. El problema es que no se mucho de la ciudad y sus zonas así que necesitaré un poco de ayuda.

Capítulo 3: Las clases

La academia está en una zona de Londres céntrica, pijilla y llena de academias de inglés. El edificio es grande y absurdamente complicado, me pierdo todos los días, sin excepción, y siempre encuentro más gente perdida mientras tanto. Por ejemplo, para una de mis clases (sala 6) tengo que subir una escalera, entrar en la sala 5, buscar una puerta semioculta en la pared y después atravesar dos puertas más. Hay puertas que no llevan a habitaciones, sino a otras escaleras, los servicios están puestos de una manera maligna, como para que cuando necesites uno urgentemente sufras, etc, etc. La escuela es tirando a chicos bien, y hay gente de casi todas las nacionalidades. En mi clase somos tres japoneses, una suiza, dos franceses, una polaca, una
ucraniana, dos chinos y yo. A los chinos no hay quien les entienda.

Esta semana hemos tenido un profe muy simpático que se llama Ed. La semana que viene se tiene que ir y como pronto se va a vivir a Madrid (que casualidad, eh?) no estará más. No obstante, tenemos aficiones muy parecidas así que me ha dado su correo y estos días quedaremos y me enseñará interesantes emplazamientos londinenses, como clubs de jazz y cosas así.

Capítulo 3: Londres y los precios

Pues si, Londres es extremadamente caro. El abono mensual del metro me ha costado casi 30.000 pelas. Algunos museos son gratis, pero en otros te clavan 5.000 pelas y se quedan tan panchos. Y luego está la regla de las milpelas (así, todo junto). Todo cuesta milpelas (4 libras). Hay poquísimas cosas que bajen de eso. Por ejemplo, 4 latas de cerveza cuestan milpelas en un supermercado. 4 pilas para la cámara de fotos, milpelas. Una caja de tiritas, adivínalo. En fin, de primera impresión, muy caro. De todas maneras me da que con un poco de esfuerzo se puede hacer vida barata, hay mucha diferencia de precios de unos sitios a otros. Una sandwich en Pret-a-manger cuesta 2.80, el mismo en tesco, aunque sabe un poco peor, cuesta 1.55. Por otra parte, cosas como los discos, libros, dvds o incluso la ropa son como en España más o menos. Y hay muchisimas tiendas de segunda mano con precios muy asequibles. Cenar fuera es más o menos igual, muchos sitios son de 20 libras (5000 pelas) para arriba, pero buscas un poco y comes por 10 libras en un sitio casi igual.

Capítulo 3: Londres

Estos días he dedicado casi todo el tiempo a visitar sitios de visita obligada, como el palacio de Buckinham, la Tower of London, el Big Ben o la abadía de Westminster. Están muy bien, pero no me extiendo en esto.

Aún no conozco mucho la ciudad, pero he dado una vuelta por el Soho y me ha gustado mucho. Es como una mezcla de pubs, restaurantes exóticos, sexshops, teatros, cines, mercadillos, tiendas de discos y bares fashion. Supongo que forma parte de mi tendencia natural a sentirme atraído por los ambientes extraños y/o sórdidos.

Respecto a "oferta cultural".... la leche! Le echas un vistazo a TimeOut (la típica revista de ocio) y prácticamente hay un concierto interesante al día. Y no pequeños, en plan Morrisey, PJ Harvey, Hives, Divine Comedy, etc. Si quisiera ir a todos los conciertos que me apetecen no tendría tiempo ni por supuesto dinero (precio standard 24 libras = 6 mil pelas). Cines hay muchos y de todo, desde comercial hasta estilo cine studio, con retrospectivas, etc. Teatro hay una barbaridad (por ejemplo, creo que ahora hay 3 representaciones diferentes de Chicago, una imprescindible con David Hasselhoff). Vamos, que por eso que no falte.

Capítulo 4: El inglés

Pues a ver. No tengo ningún problema hasta ahora para comunicarme. Con más o menos repeticiones (normalemente pocas o ninguna) puedo hablar con cualquiera, y siempre se hace entender uno. Lo que pasa es que se habla a dos por hora, y intentar tener una conversación interesante (no digo que tuviera muchas en español, es un ejemplo) es engorroso porque al pensar a la vez que hablar pierdes vocabulario y acabas hablando como los indios. El problema es que para pasar de este nivel "medio" de inglés, que llega para muchas cosas pero no para
trabajar o tener amigos homo sapiens que no hablen español, a uno en el que, aunque sea con horrible acento, puedas tener comunicacion fluida con las personas, es bastante dificil. No tanto dificultad como tiempo, y no se cuanto. Habrá que ir viendo.

Epílogo:

Hoy ha llegado Muriel (una amiga). Está como una regadera. Los mensajes al móvil me los manda en inglés, para practicar. Hemos quedado un rato, habla mejor inglés de lo que pensaba.

En general, esto es divertido. Todo es como un poco absurdo, pero cada día me gusta un poco más. Y aún faltan por ver un montón de cosas!!!!!!

Me despido. Proximamente.... mas