domingo, julio 29, 2007

Fujirock 2007

Acabo de llegar del Fujirock, en el que he estado desde el viernes. Como podeis ver en el link han tocado un montón de grupos, la verdad es que el cartel estaba muy bien. El festival era en la prefectura de Niigata, que no se si os habreis enterado pero hace pocas semanas hubo un terremoto por allí bastante fuerte que incluso se sintió en Tokyo (están a 200 kilómetros o así).

El festival era literalmente en el medio del monte y el sitio era inmejorable, rodeado de árboles, riachuelos, montañas, etc. Lo único malo es que el acceso era algo difícil salvo que estuvieras en el camping pero nosotros nos quedamos en un hotel porque nos habían dicho que llovía bastante y por la noche hacía un poco de frío. El hotel parecía sacado del Japón de antes de la guerra: habitaciones con tatami, mesas bajas, ventiladores en vez de aire acondicionado... este tipo de hoteles se llaman ryokan, hoteles tradicionales japoneses. Van desde opción budget hasta gran lujo, y yo siempre que puedo me hospedo en uno mejor que en uno estilo occidental. Los guiris siempre nos pirramos por estas cosas que nos recuerdan al Japón pasado pero la mayoría de los japoneses prefieren una habitación con tele grande, ducha con muchos botones y vistas con muchos rascacielos. Pero volvamos al tema del post.

Una de las cosas que mas me sorpredió del festival fue la organización del mismo y el civismo de la gente. Ya se que siempre estoy con lo mismo y que parece que intento venderle el país a alguien, pero es que estas cosas chocan con mi mentalidad española cutre salchichera casi día a día y tengo que escribirlas o sino se me olvidan y para eso tengo el blog no? Respecto a la organización: todos los conciertos (que yo vi) empezaron puntuales al minuto, menos el de The Cure pero creo que fue porque tenían que cubrir todo el escenario con humo hasta que pareciera una película de zombies sino Robert Smith no salía. Había, sin exagerar mucho, por lo menos un miembro de la organización por cada 10 personas. Algún día escribiré más en profundidad sobre esto, pero si en este país no hay paro es porque hay el triple de personas trabajando en cada cosa que en cualquier otra parte, a veces ves tiendas enanas con 5 personas, una coge la manzana que quieres, otra la envuelve, otra la mete en una bolsita que le pasa a la ultima, que te cobra y te sonrie.

Una parte importante del personal se dedicaba a recoger y seleccionar basura. Si querias tirar algo tenías que estar un rato mirando donde porque había por lo menos 10 contenedores diferentes (en cada uno una persona para comprobar que tirabas lo adecuado). Y aquí es donde entra el civismo de la gente. Nadie y repito con negrita también, nadie tira nada fuera del contenedor. En el suelo no ves colillas, la gente se trae ceniceros portátiles y tira en ellos hasta la ceniza. Después de un concierto abarrotado lleno de gente que ha estado fumando, bebiendo y saltando el suelo esta prácticamente impecable. Los que estais en Coruña imaginaros la playa de Riazor completamente limpia después de San Juan y los de Madrid la plaza del 2 de Mayo después del botellón del siglo... porque esto es lo que pasaría en Japón. Es bastante alucinante y habla bien de los japoneses pero sobre todo quiere decir que es posible, lo que nos deja a muchos un poco mal en este tipo de cosas.

He estado en algunos festivales y en ninguno he visto la oferta que había en este a la hora de comer. Ya he dicho alguna vez que los japoneses están obsesionados con la comida y en este tipo de eventos se nota. Había puestos con todo tipo de comida imaginable, desde pizzas, hamburguesas y kebaps hasta tartas, crepes, carne a la parrilla y todo tipo de comida japonesa. Había tantos puestos que salvo en los de éxito no tenías que hacer cola.

Bueno, como esto me está quedando un poco largo voy a meterme a hablar un poco de los conciertos en si. La verdad es que no intenté ir a muchos ni experimentar con bandas que no conocía, más bien fui a por los pesos pesados y el resto del tiempo me lo pasé comiendo ;) El viernes después de ver a un par de bandas prescindibles fui a ver a Ocean Colour Scene, que como esperaba tienen un directo sobrio pero contundente. Siempre he pensado que son una banda buenísima pero con pocas canciones al nivel de sus mejores temas. Aún así son gente que desde luego saben tocar y lo que no tienen de carisma lo tienen de energía.

Después era el turno de Fountains of Wayne que es una de las bandas que más escucho últimamente y me hacía mucha ilusión ver en directo ahora, justo antes de que empiecen a sacar discos malos (el último ya apunta un poco). El concierto estuvo bien pero he de reconocer que con su música, pop simple sin ninguna pretensión y sus letras, graciosas y bastante gamberras, me los esperaba un poco más enrollados. Se limitaron a tocar los temas y decir adiós, aunque por lo menos los tocaron bien. Supongo que es difícil tocar en festivales porque estás muy limitado de tiempo y además el público es bastante diferente del que va a un concierto del grupo...


Después fui directo al plato fuerte del día, The Cure. Era la tercera vez que los veía y siguen igual que siempre... salvo el teclista, que ya no está! Leo ahora en wikipedia que Robert Smith lo ha echado del grupo por email (lo único peor que esto es enterarte de que te han despedido porque tu login o tu tarjeta de entrada no funciona). La verdad es que fue bastante extraño escuchar Lullaby sin teclado pero aun así el concierto estuvo muy bien. Te guste el grupo o no hay que reconocer que el ambiente de sus conciertos es único y Robert Smith se las arregla para ser a la vez una personalidad magnética, misteriosa y un tío sencillo. La mitad de las canciones que tocan han sido grandes éxitos durante dos décadas, lo que les pone las cosas hasta cierto putno fáciles, pero no se les puede quitar ningún mérito, están ahí arriba porque lo merecen. Eso si, el próximo teclista más vale que de un email falso.

El sábado estábamos tan cansados que fuimos directamente al escenario principal. Vimos un trozo de los Kaiser Chiefs que aunque no me gusten porque me parece que la mayoría de estos grupos ingleses de ahora estilo Franz Ferdinand son un poco tostón, hay que reconocer que los tíos saben como ganarse al público. El cantante se puso una camiseta de uno de los de seguridad e intentó hacerse pasar por uno de broma, se metió entre el público y todo y volvió cuando le habián puesto ya demasiadas manos encima. Ese tipo de cosas son las que se ganan a la gente en los conciertos.

Pero el que si que sabe como dar un concierto es Iggy Pop. Sin duda lo mejor de todo el festival. Este hombre tiene 60 años y además de un físico envidiable sigue teniendo una energía que uno no puede evitar pensar que el rock se inventó para ser así. Se sube a los amplificadores, se tira al público, no para de correr, se da golpes en la cabeza con el micrófono y llama motherfuckers al público, a los de seguridad y a todo el que se ponga por delante. Esta vez incluso tuvo suerte de estar en un pais nada violento como es Japón porque en un momento se le fue un poco la olla y le gritó a la gente "veniros todos para acá, vamos a liarla!" y claro, la gente tiró las barreras y tomó el escenario. Cuando había 300 personas subidas el grupo consiguió incluso cantar una canción completa y después Iggy le dijo a la gente que se fueran bajando y a pesar de que estaban todos borrachos y eufóricos... le hicieron caso! Esto pasa en UK o España y lo primero que hacen es evacuar al grupo para que no los desmiembren. Por cierto de esto tengo un cutre vídeo aquí va



Después vimos a los Beastie Boys, que estuvieron incluso mejor de lo que esperaba. Saben como alternar temas hip hop con instrumentales estilo soul-funk con chistes y con el DJ haciendo malabarismos con los platos (el tío es una máquina). Fueron los más graciosos y los que consiguieron que el público hiciera los ruidos y coros más extraños.

Al día siguiente no había tiempo de ver muchas cosas así vi el concierto de Mika porque a mi novia le gusta, fue gracioso pero un poco demasiado "día del orgullo gay". El tío tiró globos, confetti y sacó gente vestida de conejos y osos a bailar con él y todo. Aún así me gustó que se veía que el chico estaba emocionado de verdad con tocar ante tanta gente. Después vi a los Shins que como esperaba son bastante sosos en concierto y ya de vuelta cogimos el tren bala a casa.

En definitiva ha sido un gran festival y un gran rollazo el que os he soltado. El año que viene prometo volver e intentar sacarme un pase de prensa diciendo que soy un reportero de "En busca del Santo Grial" ;)

martes, julio 24, 2007

La bestia durmiente

El fin de semana pasado fui a Hokkaido, la isla mas al norte de Japon. Una de las cosas que hicimos alli fue ir al zoo pero se ve que fuimos a la hora de la siesta, el panorama era desolador. Aqui van unas fotos.

Sleeping female lion
Leona durmiendo

Sleeping lion
Leon durmiendo


Sleeping tiger
Tigre durmiendo (tambien podria ser Rod Stewart de costado nunca se sabe)


Sleeping penguin
Pinguino a la bartola


Sleeping octopus
Hasta el pulpo estaba echando una siestecita


No os lleveis la impresion de que en Hokkaido todo bicho viviente esta dormido, tambien hay gente despierta, y es una isla muy bonita. Lo mejor son los paisajes y la naturaleza. Fuimos a hacer hiking en las montanhas y tengo fotos tambien pero ahora no tengo puedo ponerlas.... me esta entrando suenho!

jueves, julio 12, 2007

Politicos japoneses

Una cosa que me pasma desde que llegue a Japon es la manera que tienen los politicos de hacer campanha. Hace un par de meses hubo unas elecciones municipales o algo asi, lo supe porque toda pared sin puerta o ventana se lleno de fotos de gente con pinta muy sosa y una sonrisa forzada. Pense que podia ser algun concierto de pasodobles en una verbena pero que era mas probable que fueran politicos.

Poco despues del comienzo de los carteles empece a ver gente que se pone cerca de sitios concurridos a horas punta y se ponen a hablar con un altavoz o megafono. Le pregunte a Yuko si eran locos o frikis pero me dijo que no, que eran candidatos a las elecciones! Aunque parezca increible, es parte de la campanha. Se ponen al lado de una estacion cuando todo el mundo va a trabajar y se ponen a dar mitines sobre lo que van a hacer y lo que no con un megafono, una bandera del partido politico y un subordinado que siempre lo pasa mal para que el viento no se lleve la bandera. Por supuesto, absolutamente nadie escucha una palabra de lo que el pobre hombre o mujer esta diciendo y ni siquiera le dirigen una mirada. Es bastante dantesco ver a lo que se supone que es un candidato a alcalde sonriendo, haciendo reverencias y prometiendo bajadas de impuestos y a todo el mundo corriendo para coger el tren con un café en la mano y sin hacer ni caso como si fuera un predicador medio loco. En Espanha esto seria completamente contraproducente, y fatal para la reputacion de ese politico ademas de una perdida de tiempo. Aqui parece que no.

De hecho si pienso en lo (muy poco) que se sobre politica moderna en Japon la verdad es que no puedo evitar pensar que parece un poco un chiste. Aqui va una lista desordenada de eventos relacionados con la politica en los ultimos meses. Intentad trasladar el hecho a Espanha y ya vereis como claramente es inconcebible:

- Un Yakuza se ha cargado de un tiro al alcalde de Nagasaki. Parece mentira en un pais en el que la seguridad ciudadana es casi total, verdad?
- Un politico al que estaban investigando por corrupcion se ha suicidado
- He visto grupos de ultraderecha dando discursos nacionalistas. Son como los otros: se ponen en un sitio concurrido y sueltan un rollo que nadie escucha. La diferencia es que estos gritan mas, van en furgonetas como la del equipo A, vestidos de negro y parece que se van a hacer el hara kiri en cualquier momento.
- El gobierno japones ha dado ejemplo al resto del mundo con su actitud hacia el medio ambiente porque han dejado de usar corbatas en verano para poder poner el aire acondicionado a menos potencia.

Aqui normalmente cuando un politico dice algo que causa un escandalo o propone una medida que es rechazada dimite al dia siguiente pidiendo perdon a la gente por haberles fallado. Por ejemplo, el ex primer ministro Junichiro Koizumi propuso al parlamento una serie de medidas muy ambiciosas con la intencion de privatizar el sistema de correos (correos aqui es mucho mas que cartas y paquetes, es como una caja de ahorros y uno de los organismos burocraticos que mas dinero mueven en Japon). La medida fue rechazada y Koizumi dimitio, disolvio el gobierno y convoco elecciones adelantadas. Curiosamente gano esas elecciones, que fueron vistas como un apoyo de la gente a las medidas propuestas por el gobierno. En el nuevo mandato, el congreso aprobo la privatizacion de correos. Esta actitud yo creo que refleja una tendencia general japonesa de admitir una responsabilidad personal en actos que normalmente son considerados colectivos o publicos. Por ejemplo, un trabajador japones normalmente dimitira antes de que lo echen si la empresa va mal, para no causarle mas problemas y costarle mas dinero al departamento. Este trabajador, en mayor o menor medida pensara que el es parcialmente responsable del fracaso de la empresa y por eso tiene que asumir su culpa y dimitir. Una vez mas, si intentamos imaginar esto en Espanha es cuando nos damos cuenta de lo diferentes que son los dos paises.

En fin, si alguien se quiere presentar a las proximas elecciones aqui tened en cuenta que no saber japones solo es un obstaculo si la gente te escucha. Asi que mi consejo es: que no os escuchen. Y se me acaba de ocurrir que podria ser extensible a politicos de cualquier otro pais.

domingo, julio 08, 2007

La otra batalla de Inglaterra

Hoy voy a hablar de una de las batallas que libré cuando vivía en Londres. Una batalla más difícil que la de los bancos o el council tax y que al final perdí (como casi todas, vaya). Sin embargo, esta fue especialmente dolorosa porque no luchaba contra humanos, sino contra ratones.

Entre la gente que vive en Londres, uno de los problemas caseros mas comunes son los ratones. No es un tema de conversación que salga muy a menudo espontáneamente pero cuando uno lo saca siempre es una sorpresa la cantidad de gente que ha tenido uno (o muchos) en casa. Aquí en Japón no hay ratones casi, el problema son, en verano, las cucarachas. De hecho hace dos días había una trepando por fuera de la puerta de cristal de la terraza que era tan grande que la he bautizado como “Godzilla”, pero eso es otra historia.

En Londres viví casi dos años en la misma casa. Durante casi uno no tuvimos ningún problema pero un día una compañera de piso se empezó a quejar de que encontraba cosas mordidas y que había como ruidos raros a veces. En ese momento éramos 4 viviendo en la casa, una chica sudafricana, una chica polaca, un chico irlandés y yo. La que se empezó quejando era la polaca pero como en realidad siempre se estaba quejando por cualquier chorrada pues era difícil hacerle caso. Semanas después un cajón que estaba lleno de frutos secos y frutas apareció completamente vacío, saqueado. A los pocos días al entrar en la cocina y encender la luz un ratón se asustó y desapareció detrás de los muebles. Recuerdo que antes de encontrar el camino el bicho tropezó varias veces, y en general parecía bastante lento y estúpido. Después de aguantar a la polaca recordándonos que ya no os lo había dicho 30 veces un par de horas (en serio, en Polonia no les cuentan Pedro y el lobo cuando son pequeños?) decidimos en comité que teníamos un problema y había que solucionarlo.

Evidentemente el irlandés y yo no estábamos dispuestos a dedicarle mucho tiempo y recursos al tema y en general no nos apetecía pensar demasiado, así que fuimos al Tesco de la esquina y compramos un par de trampas de muelle de estas típicas que salen en Tom y Jerry y una caja de galletas como cebo. Recuerdo una discusión bastante estúpida sobre que tipo de galletas les gustarían más a los ratones (decidimos Oreo), pero en general estábamos bastante orgullosos de haber solucionado el problema tan rápido. Al llegar a casa echamos un vistazo a las posibles rutas de entrada de los roedores, colocamos las trampas estratégicamente y nos fuimos a dormir. Por supuesto, al día siguiente las trampas estaban intactas menos los trozos de galleta y aun encima los muy cabrones habían encontrado el resto del paquete y se lo habían zampado.

Esto, unido al hecho de que tuvimos que declarar la cocina zona de riesgo sanitario por razones obvias, nos hizo pasar a defcon 2. Compramos más trampas, de más tipos, e intentamos tener cuidado con no dejar comida a su alcance. Lejos de tener éxito, empezamos a perder terreno: los ratones pasaron de la cocina a invadir el resto de la casa y aquí en donde la cosa se empezó a poner fea.

Un día llegué a casa después de trabajar y encontré al irlandés subido al sofá con una corbata en la frente a modo de bandana y empuñando un palo de golf. Le pregunté si había estado bebiendo (es irlandés al fin y al cabo), pero me llamó idiota y dijo que había un ratón en la habitación, con alta probabilidad debajo de la estantería. Me acerqué y el ratón salió corriendo y me pegó un susto que casi me mato. Cuando una de mis compañeras de piso llegó a casa nos encontró a los dos con corbatas en la frente y subidos al sofá con palos de golf. Nos miró muy raro y nos preguntó si habíamos estado bebiendo.

Al día siguiente los dos acordamos llevarnos un palo de golf a la habitación y llamarnos por teléfono si había actividad sospechosa. En general, tuvimos poco éxito con esta estrategia y no pasó de llevarnos a correr como salvajes por el pasillo y emprenderla a palos con unas botas en las que pensábamos (erróneamente) que estaba escondido un ratón. Cuando tuvimos que explicarle a la chica polaca porque sus botas estaban en trocitos nos dimos cuenta de que necesitábamos ayuda profesional.

Llamamos a un exterminador. Hay algo bastante hiriente en admitir que unos bichos pequeños, sucios y que solo piensan en comer te han ganado una batalla de astucia, y el tener que llamar a un exterminador es como hurgar en la llaga. El tío llegó a casa y parecía sacado de aracnofobia o algo así. Estaba gordo, mascaba chicle y se subía los pantalones de vez en cuando. La conversación fue más o menos así.

Exterminador: Ah, si, ratones. Todo el mundo los tiene en estas fechas. Son unos pequeños hijos de puta.

Yo: vale, pero que podemos hacer?

E: Y son listos, los cabrones, y están muy bien preparados. Sabes que un ratón cabe por un agujero del tamaño de un lápiz (inmediatamente saca un lápiz del numero 2 del bolsillo de su camisa grasienta y nos lo enseña). Mira esto, pues por aquí, sisi, por aquí mismo pasa un ratón.

Yo: Que tal si ponemos veneno?

E: Nooo, eso es lo peor que podeis hacer. Si toman veneno se mueren dentro de casa y después el olor es insoportable.

Yo: Bueno, y si intentamos sellar las entradas?

E: Imposible, nunca funciona (y señala el lápiz)

Yo: trampas?

E: solo los tontos caen. Pero ya no quedan ratones tontos en Londres.

Yo: uhhh, entonces... que hacemos?

E: No lo se chaval, si lo supiera sería rico.

Yo: pero eres un jodido exterminador! Es tu trabajo!

E: yo cobro por horas, llevo un par aquí ya y me paga el council. Si quereis os coloco unas trampas. Teneis Oreo?

Patético. Y por cierto, asi es como se gasta el council los impuestos que tanto me ha costado pagar?? En este momento empezamos a preguntarle a algunos conocidos y gente de tiendas por soluciones y nos fueron dando alguna ayuda. Al parecer tener la casa limpia y no tener ningún tipo de comida durante una temporada es la mejor forma de librarse de ellos. Con gran penuria empezamos a limpiar la casa más regularmente. Las trampas las tuvimos que abandonar porque además cuando cazábamos uno a las chicas les daba mucha pena y teníamos un problema moral en casa. Al final alguien nos dijo que había un veneno milagroso que te libraba de ellos. Al parecer el veneno les provoca una sed espantosa y tienen que ir a buscar agua. Si te aseguras de que no tienes agua en casa tendran que salir a beber y mueren fuera. Entre este y otras variedades la verdad es que uno acaba bastante asustado de la imaginación que tiene el ser humano para inventar métodos de exterminio.

Poco a poco la presencia de roedores en casa fue disminuyendo hasta llegar a un punto en el que uno puede ignorarlos. Aún así, la sensación era de haber perdido la batalla más importante y haber tenido que recurrir a la guerra química y ayuda aliada para ganar. Durante el resto del tiempo que viví en ese piso mantuve cerca un palo de golf por si las moscas. Pero hay que ver el lado positivo: ahora se más sobre ratones de lo que nunca creí que fuera a saber!