lunes, enero 10, 2005

Jobs

Bueno, pues ya he conseguido trabajo. Además de lo que se supone que sé hacer, aunque en informática la mayoría de las veces saber no importa nada, lo más importante es tener cara.

¿Cómo he hecho para conseguir un trabajo sólo una semana después de empezar a buscarlo, con un inglés balbuceante y un currículum pasable pero que nunca menciona la pérfida albión? No me tiraré flores, no tiene nada que ver con mi inexistente capacidad de venderme a mi mismo ni con mi adormecida, ya por demasiado tiempo, inteligencia: la palabra es POTRA. Si señora, una potra como un caballo es lo que me ha llevado a las oficinas de ncsoft, una pequeña empresa de software financiero situada en el centro de Londres. Reconozco que conseguir trabajo de informático aquí tampoco es lo más difícil del mundo si tienes un inglés pasable, carrera (aquí se valora más, mira tú por donde) y alguna experiencia, y supongo que tarde o temprano lo hubiera conseguido, pero tan rápido ha sido producto de la suerte, esa suerte puta que me esquiva todas las demás veces por otra parte.

Todo está relacionado con el proceso, bizarro, que hay que seguir aquí para conseguir trabajo. Intentaré explicarlo. Lo primero que hay que hacer es buscar una buena web de ofertas de empleo. Le echamos un vistazo pero no nos dejamos deslumbrar por los fuegos artifiales, esos trabajos de mil millones al mes están reservados para ingleses con medio siglo de experiencia en tecnologías que tienen 3 años (supongo). Aún así, las cosas más terrenales están suficientemente bien pagadas como para que hagamos la conversión de moneda dos o tres veces para ver si no está equivocada. En todas las ofertas hay un contacto, con el nombre de un individuo, su mail y/o su teléfono. Aunque te puedes solamente suscribir por el sistema online de la página web, lo mejor es escribirle un correo al contacto tirándote flores (aquí si) y diciendo porque eres cojonudo para ese trabajo, el formato de ese correo si no te sientes seguro hasta te lo puedes mirar en google. Si estás interesado pues hasta le puedes llamar directamente y decirle soy tu hombre, cuidado si lo coge una chica. En mi caso, me suscribía aproximadamente a 15 ofertas de trabajo diarias. En el momento que empiezas la caza, casi de inmediato, empiezas a recibir un aluvión de llamadas telefónicas de los contactos, y aquí empieza el lío. Primero porque nunca sabes quien te está llamando (se piensan que me voy a acordar de 15 nombres diarios), y puede que te llamen varias veces (me ha pasado que me digan, pero si hablamos ayer, para que me llamas). Luego porque, para mi sorpresa, hay que hablar en inglés con todos (y eso que les puse en el CV bien clarito español nativo), y eso es la verdadera prueba de fuego. Al primero que me llamó no le entendí nada salvo, desafortunadamente, dos preguntas que me hizo, a las que contesté correctamente, con lo que pensó que yo hablaba muy bien y me dijo algo de un sitio y una hora que no comprendí... Nunca sabré si quedé con él o no, pero desde luego no aparecí y nunca me volvió a llamar. En general, tras hablar con dos o tres, me entendía más o menos bien con todos y se coge confianza (pero eso si, hay muchas veces que entenderte bien no llega, si te llaman para un trabajo que requiere que estés de cierta forma cara al cliente tienes que hablar perfecto y con buen acento, y eso no se consigue en 3 ni en 6 meses). Siempre preguntan lo mismo, y la razón de esto es la raíz del problema: resulta que toda esa gente son solo intermediarios, son de empresas de recursos humanos y las empresas normales les contratan para que les busquen gente. Es un trabajo estúpido, solo tienen que llamar a gente, hacerles 4 preguntas que para colmo seguro que se las pasan porque siempre son las mismas y mandarlos a una entrevista con la empresa final, tras lo que se lavan las manos. Sin embargo esta gente que se dedica a los recursos humanos tienen un gran afán de superación, porque hasta esto tan sencillo lo complican. Para empezar siempre hay varias ofertas para el mismo puesto, con lo que se lían entre ellos y te preguntan todo el rato si estás haciendo más entrevistas, quién te ha llamado, etc. Si les dices que has hecho más entrevistas, te preguntan con quién y donde y como les digas la verdad LES LLAMAN y les pueden llegar a decir que piensas que te han descartado o cosas así. El resultado es que te hacen muchas preguntas absurdas como esas y como cuanto llevas en Londres, que haces aquí y todo eso. Además lo hacen todos. Si les gustas en las llamadas telefónicas, se quedan con tu número para llamarte para ir a entrevistas. Yo digo que he tenido suerte porque la ÚNICA entrevista que hice fue en la que me contrataron. Debido a todo este extraño proceso de selección entre que empiezas a buscar trabajo y haces la primera entrevista pasa tiempo, y yo empecé a buscar solo dos semanas antes de irme a España por navidades. Hice esta entrevista porque la empresa es pequeña y el que puso la oferta fue directamente el director de desarrollo, sin intermediarios por el medio. Eso es bastante raro y yo ni me enteré hasta que estaba sentado delante de él, después me di cuenta de la suerte que había tenido, si no hubiera echado CV ahí, con el parón navideño no habría encontrado algo hasta posiblemente dos meses más tarde. La entrevista fue distendida hasta que el director llamó a un ruso de dos metros, técnico, que me acribilló a preguntas como si fuera un exámen de la universidad (joer con los rusos). Logré salir del paso con pocas heridas y en general les gusté bastante (me dijeron que tenían que entrevistar a más gente, pero que seguramente me contratarían). A la semana siguiente me llamaron para hacerme una oferta, bastante razonable, que acepte sin dudarlo.

Ayer fue mi primer día de trabajo. Está siendo durillo primero porque tengo un gripazo de espanto, segundo porque cuesta hablar y entender a mis compañeros de trabajo (hay uno que no entiendo NADA de lo que dice, espero que no me toque trabajar con él), tercero porque tienen un montón de programas y cosas raras que no conozco (a esto ya estoy más acostumbrado ;) y cuarto porque necesito algo que en este país es casi imposible conseguir, y no es buen tiempo, es... una cuenta de banco. El próximo relato será sobre las aventuras y desventuras de un abridor de cuentas de banco en UK, trámite kafkiano y doloroso donde los haya.

Se despide un gallego en la corte del Rey Arturo.

Agradecimientos:
Mario, informático emigrado, por su CV, el cual fue la materia prima con la que modelé el mío, y por su experto y valioso consejo
Natasha, mi compañera de piso, por descifrar los mensajes de las ofertas de empleo de mi contestador
Colin, mi jefe, por contratarme a pesar de mi inglés lleno de bugs
Yuko, mi novia, por el incondicional apoyo moral, emocional y sexual.

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